Comer sano es más un enfoque dietético que una dieta específica, aunque revistas y periódicos la hayan considerado así, para mayor confusión de los amantes del Fitness.

La base de una alimentación saludable consiste en elegir alimentos integrales, en sus estados menos procesados, para dejar a un lado los alimentos fast-food y aquellos plastificados que hoy día llenan las estanterías de nuestros supermercados. Elegir entre vegetales, frutas, granos integrales, legumbre, lácteos, nueces, semillas y proteínas animales y vegetales de alta calidad, es a lo que se refiere este modelo de alimentación que siguen cientos de miles de atletas en todo el mundo. Comer sano exige saber situarse frente a los extremos. Muchos defensores de la alimentación saludable defienden evitar todo rastro de azúcar añadido, jarabe de maíz, conservantes y colorantes junto a sabores artificiales y otros aditivos. Se trata de una posición admirable pero demasiado estricta para la mayoría de las personas.
CONCLUSIÓN
Existe un beneficio real en comer alimentos enteros y mínimamente procesados, pero no hay en temer a otros alimentos que, también son nutritivos. Debido a que muchas personas perciben que los alimentos “limpios” son más seguros y de mayor calidad; las empresas están comenzando a colocar etiquetas de “saludable certificado” en alimentos procesados; aunque no exista una definición real detrás de ellas. Elige tus comidas desde el punto de vista de la lógica y de tus necesidades en tiempo y compromisos familiares, laborales y sociales. Incluso la versión menos extrema de una alimentación sana requiere cocinar la mayoría de las comidas en casa, lo cual no es factible para todos, salvo que seas un atleta de competición.
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