Un salto a la longevidad

El ritmo de vida actual y la facilidad para acceder a todo tipo de alimentos, está provocando que la adhesión a la Dieta Mediterránea por los propios países de la zona, sea más baja de lo recomendable. Esto ha provocado la preocupación de médicos y nutricionistas, así como la realización del Estudio PREDIMED, donde se detallan los efectos beneficiosos de una dieta basada en la mezcla de alimentos, y en patrones de alimentación, más que en productos específicos.
En ese estudio y en publicaciones como la guía “Dieta Mediterránea, de la teoría a la práctica”, escrita por el Dr. Ramón de Cangas; se explican las bases de esta alimentación, la conservación de los alimentos, la planificación del menú semanal y las recomendaciones de ingesta por cada producto propio de esta dieta.

La Dieta Mediterránea es un reflejo del estilo de vida mediterráneo que incluye una alimentación equilibrada, descansar adecuadamente, hacer ejercicio de forma habitual y tener unas relaciones sociales saludables.

Hay numerosos estudios epidemiológicos que relacionan el patrón dietético mediterráneo con beneficios fisiológicos para nuestro organismo y la prevención de enfermedades crónicas, cardiovasculares y metabólicas. Además, la adhesión a esta dieta puede ayudar a prevenir el aumento de peso y producir una distribución de la grasa corporal menos perjudicial para nuestro organismo, al reducir el incremento de la obesidad abdominal.