LA CETOSIS se caracteriza por el uso de energía merced a los denominados cuerpos cetónicos, capaces de suministrarla en situaciones excepcionales. El cuerpo oxida entonces las grasas (incluyendo nuestras reservas) con mayor facilidad. Cuando pretendemos alcanzar ese estado, no siempre cortamos del todo los carbohidratos. Por lo general, solemos consumir entonces de 25 a 50 gramos diarios, gran parte de ellos vegetales verdes o arándanos por su alto contenido en fibra a fin de facilitar el tránsito intestinal. En el caso explicado en el artículo de hoy, debemos alcanzar el consume diario cero de carbohidratos –algo del todo imposible, debido al glucógeno acumulado en la carne que vamos a comer, aunque este sea muy poco-.
Recordamos que esta clase de dieta la han seguido las tribus esquimales durante milenios, y se trata de un pueblo que goza de excelente salud. Se alimentan con animales salvajes –carne y pescado en estado natural, sin ninguna clase de procesamiento ni de consumo de piensos compuestos o viviendo en piscifactorías y entornos contaminados- y utilizan su práctica totalidad, o sea músculo, grasa y órganos, por lo general, en estado crudo o apenas cocinado.
Curiosamente, muchas de las personas que han probado esa clase de dieta –natural en la especie humana hasta el momento de la apariciónde la Revolución Agrícola -10.000 a 4.000 a de J.C, según lugares-, aseguran gozar de magnífica salud, desde luego, muy mejorada respecto a la que tenían antes.

LA DIETA DE CERO CARBOHIDRATOS NO SOLO EVITA ESOS MACRONUTRIENTES
SINO TAMBIÉN LÁCTEOS Y HUEVOS. TENED EN CUENTA QUE
ESTOS ÚLTIMOS CONTIENEN ALREDEDOR DE 1 GRAMO DE HIDRATOS POR UNIDAD
Uno de los efectos de esta dieta se basa en la modificación de las funciones tiroideas; parece ser que convierte la T4 en la T3, proceso que da como resultado una deceleración del metabolismo que, de ser ligera, favorece la prolongación de la vida debido al menor uso de los procesos de digestión y al aporte inferior de calorías.
Ariane Hundt, consejera de nutrición clínica en Nueva York, asegura que los estudios han demostrado que la dieta muy baja en carbohidratos y alta en grasa aporta beneficios extraordinarios para el rendimiento físico (incluso en deportes de resistencia) y mental, el aparato digestivo, la salud cardiovascular y la facilidad de seguir una dieta gracias a la ausencia de hambre debida a los “picos” de insulina. Sin embargo, la dieta cetogénica se reduce a limitar el consumo de carbohidratos; la carnívora los elimina completamente. Y no es lo mismo tomar de 25 a 50 gramos diarios de hidratos que los decígramos contenidos en el glucógeno de las carnes consumidas.