Una de las partes corporales que suele necesitar la mujer trabajar con mayor intensidad y precisión es la espalda. Aparte de alojar a la columna vertebral, los músculos de esa zona sirven para fortalecer esa base ósea del cuerpo y aliviar o remediar los procesos de cifosis (la chepa) y escoliosis (espalda torcida) que producen tantos problemas. Como gran regalo a cargo de nuestro esfuerzo, una espalda femenina trabajada incrementa la separación con la cadera y con los hombros, potenciando esa clase de cintura firme y estrecha que llama a todos la atención y es la marca de la estética.

- PUENTE
Boca abajo sobre el suelo, doblando las rodillas y con los brazos estirados a los lados, alzad las caderas del piso hasta contraer correctamente los glúteos y la parte trasera de las piernas. Bajad luego controladamente al punto de partida. Podéis colocar encima de las caderas una mancuerna mediana, ya que en ese ejercicio se tiene mucha fuerza.
- REMO A UNA MANO
Colocaos en la posición marcada por la foto. Agarrad una mancuerna de peso suficiente para poder hacer (en la primera serie) un mínimo de 10 repeticiones correctas. Subid la carga hasta que roce o rebaje la cadera. Bajad al punto de partida controlando el peso. Cambiad de brazo. Cuando hayáis terminado con los dos habréis hecho una serie.
- DOMINADAS
De pie, frente a una barra de dominadas. Sujetad las manos separadas algo más que la anchura de los hombros. Subid hasta que la barbilla roce o supere la barra (si no podéis, dad un salto y aguantad la bajada hasta adquirir suficiente fuerza para hacer una, dos o más dominadas completas por vosotras mismas).