
- Consumo elevado de pescados -tanto de mar como de río- y mariscos -moluscos y crustáceos- que constituyen la gran reserva alimenticia del Atlántico. Se recomienda el consumo de pescado y marisco de 3 a 4 veces a la semana.
- El consumo de carne es importante, por su calidad proteica, pero debe hacerse con moderación, ya que el consumo excesivo puede ser perjudicial para la salud. Es recomendable consumir las partes más libres de grasa y acompañadas de verduras, legumbres o patatas.
- Hay que consumir alimentos vegetales en abundancia, incluyendo las patatas y las legumbres. Estos alimentos constituyen la mejor manera de conseguir el perfil calórico recomendado, en el que el 50% de las calorías ingeridas lo son en forma de hidratos de carbono complejos. Además, nos proporcionan un mayor aporte de fibra alimentaria.
- La gran baza es el consumo elevado de frutas especialmente manzanas y cítricos- y de hortalizas. De estas últimas, es conveniente basarse en las del género Brassica (repollo, berzas, grelos y nabizas), además de otras como las judías, los pimientos, las cebollas, las zanahorias, los guisantes y los ajos.
- El aceite de oliva es la principal grasa culinaria que debe emplearse para cocinar y, especialmente, utilizarla como aderezo en crudo para las ensaladas, los pescados y los mariscos.
- Se pueden consumir diariamente ya que son fuente de proteínas de alto valor biológico, además de minerales (calcio y fósforo) y vitaminas. Adicionalmente, el consumo de leches fermentadas está asociado a diversos beneficios para la salud, al aportar microorganismos capaces de mejorar el equilibrio de la microflora intestinal.
- El agua es la bebida por excelencia y se recomienda que la consumamos en abundancia. Parte de la cultura de todos los países atlánticos, el vino está permitido, pero se ha de tomar con moderación y responsabilidad y, de manera preferencial, con las comidas.
- La Dieta Atlántica se apoya en la sencillez en la preparación de los alimentos, para mantener su calidad y, por tanto, su valor nutritivo. El empleo de la cocción, la plancha (grill), la fritura en aceite de oliva o las técnicas de empanado están permitidas, ya que no desvirtúan las características organolépticas y nutritivas de los alimentos de la dieta atlántica.
- Hay que mantener los hábitos alimentarios tradicionales atlánticos. Comer sin llegar a llenarse, con pausa y disfrutando de ello en un entorno relajado.
- Realizar actividad física es tan importante como comer adecuadamente. El ejercicio es la compensación a muchas de las calorías que ingerimos y nos mantiene activos y funcionales. Si no nos falta la comida diaria, tampoco debe faltarnos la actividad.