El verano está lleno de placeres, muchos de ellos para el paladar, y la mayoría contraproducentes si queremos presumir de una buena forma física y de nuestro duro trabajo en el gimnasio.
Durante estos días te vas a encontrar con la oportunidad de disfrutar de aperitivos que se convierten en almuerzos; reuniones para tomar café que derivan en unos tapeos, cargados de calorías; actividades que retrasan la hora de comer incitándonos a picar snacks poco saludables, etc. Sobrevivir a estos amables momentos veraniegos es posible, si prestamos atención a estos errores que debes evitar y que te descubrimos junto a Laura Gallardo, dietista-nutricionista del Hotel Barceló Montecastillo.
1.- CONFUNDIR SED CON HAMBRE
En verano nos deshidratamos con mucha más facilidad y más del 30% de la población comete el error de confundir la sed con el hambre. ¿Cómo diferenciarlo y cómo afrontarlo? Para nuestra experta en nutrición, es muy sencillo: “bebe un vaso grande de agua y espera 5 minutos. Si la sensación de hambre permanece, entonces escoge un snack saludable como un puñadito de nueces o un mini sándwich de pan integral con pavo para saciarte”.

2.- TOMAR REFRESCOS “ZERO”, COMO BEBIDA SOCIAL
Los refrescos sin calorías reducen el aporte energético diario pero hay que dejar de pensar que, por tomarlas, nos estamos cuidando. Para nuestra experta, “no hacen una contribución nutricional positiva al organismo y, además, hinchan el estómago”. Según Laura Gallardo, “si te apetece algo con burbujas o tener la sensación de estar tomando un refresco, es mucho más beneficioso inclinarse por el agua con gas, acompañada de una rodajita de limón y unos cubitos de hielo”.

Refrescante, hidratante pero…
!ojo a la cerveza durante el verano!.
Sus carbohidratos y su carga de alcohol pueden tirar por tierra mucho de tu esferzo en el gimnasio.

Cuidado con lo que bebes durante el verano. Las calorías pueden multiplicarse.
3.- SI LLEVA LECHUGA NO ENGORDA
Considerar como una ensalada a cualquier comida que incluya lechuga, es un error importante. No siempre los platos con lechuga tienen un reducido aporte calórico. Según Laura Gallardo, “debemos tener cuidado con incluir en nuestro plato ingredientes como el queso de cabra, los frutos secos, los crutones de pan o las salsas, ya que convierten las ensaladas en platos hipercalóricos”.

Salsas, pan y platos altos en calorías no deben de quedar eclipsados por la presencia de lechuga y otros vegetales, en el mismo plato.
¡No te engañes a ti mismo!.
4.- CAER EN UNA “BARRA LIBRE DE FRUTA”
La fruta es un alimento fabuloso pero no ingerida descontroladamente. No hay que olvidar que contiene bastantes hidratos de carbono, en forma de azúcares, por lo que no se recomienda comer más de 4 o 5 piezas al día.

“Lo ideal es consumir cuatro piezas: dos en el desayuno, una a media mañana y otra después de comer”, apunta Laura Gallardo. Para los que no sean muy amigos de las frutas, los smoothies son una opción fit que aglutina de un plumazo y en versión líquida, una buena cantidad de vitaminas. Nuestra experta apunta combinar frutas, en los smoothies, con verduras, semillas y otros súper alimentos en función de las posibles patologías (colesterol, problemas digestivos, hipertensión…) y de nuestra condición física (ricos en proteínas para los atletas de Fitness).
5.- SALTARSE LA CENA
Uno de los errores más comunes durante estos días suele ser renunciar a la cena, por haber hecho excesos a lo largo del día. Haber picado algo insano durante la jornada no debería implicar saltarse una comida principal como es la cena. La recomendación perfecta es que hay que adaptar la cena, a lo que hemos hecho durante el día. Reducir la cantidad de hidratos de carbono y grasa, optando por alimentos como las verduras, es la mejor opción además de ingerir algo de proteína completa, libre de grasa (pescado blanco o pechuga de aves).

“No te saltes la cena, especialmente si eres atleta de competición. Unos vegetales y algo de proteína sin grasa, es tu mejor elección para una cena veraniega ligera y saludable.”