Tu rutina de cuidado de la piel debe reflejar tu dedicación al entrenamiento y al régimen de dieta, no es algo que podamos descuidar. No hace falta decir que la cantidad de esfuerzo que estás dispuesta a aplicar se refleja siempre en los resultados obtenidos.
Todos sabemos que “somos lo que comemos”, por lo que nuestra dieta también se manifiesta en nuestro cabello, nuestra piel y nuestro cuerpo.
También debemos hacer todo lo posible desde afuera para ayudar nuestra labor en busca de una piel limpia y saludable. La rutina destinada al cuidado de la piel deberá ser un acto tan natural como lavarse los dientes o peinarse. Cada mañana y cada tarde hay que intentar obtener los mejores resultados posibles; vamos a preparar una programación correcta que resulte fácil de seguir.
Es importante recordar que debemos elegir un tipo de cuidado de la piel que se adapte a nuestras características epiteliales. Las opciones serán para SECA, GRASA, MIXTA o NORMAL.
MAÑANA
1 LIMPIEZA
Al despertar, lava tu cara con agua tibia. Utiliza un limpiador.
2 TÓNICO
Usa un tónico que te asegure que no queda en tu piel ningún residuo de producto limpiador. Hay una gran variedad de tónicos en el mercado, elige uno sin alcohol y que se adapte a cualquier problema de piel que padezcas.
3 SÉRUM
Hay muchos sérum excelentes en el mercado; bastantes tienen una elevada concentración de nutrientes específicos para tu tipo y tus problemas de piel. Los sérum antioxidantes son una opción excelente.
4 CREMA CONTORNO DE OJOS
Los jóvenes nunca piensan que envejecerán, pero creedme, ¡nos sucede a todos! Si eres capaz de seguir una buena rutina en la vida, evitarás muchos problemas a medida que vas cumpliendo años. Las arrugas en los ojos son un signo seguro de la edad, así que asegúrate de usar crema de contorno de ojos para cuidarlos al menos una vez al día. Si la vas a utilizar por la mañana, busca una que tenga un factor elevado de protección solar.
5 HIDRATANTE
La hidratación, la protección solar y una buena base resultan imprescindibles para comenzar a maquillarte. La crema hidratante es una necesidad. Si tiene un SPF alto ya es una gran ventaja; de lo contrario, hay que agregar un bloqueador solar durante los meses más cálidos. Aplícalo sobre la piel mientras aún esté ligeramente húmeda usando una cantidad del tamaño aproximado de un guisante. Unta la crema sobre el área de la mejilla mediante un suave movimiento circular. Termina aplicándola sobre el resto de tu cara. Lo que queda debe extenderse por el área del cuello.

NOCHE
1 LIMPIADOR
¡Limpia ahora el día! Elimina el maquillaje, el polvo y la contaminación, y pronto te sentirás fresca y satisfecha. Hay diferentes tipos de limpiadores, desde toallitas para el rostro hasta utensilios para lavar y limpiar la crema. Existen muchas opciones disponibles, y a todos nos gusta disponer de una amplia variedad, de modo que, si te basta con lavarte la cara, puedes usar una toalla o un limpiador facial. Basta con asegurarse de comprobar si el paño o el algodón han limpiado a fondo y no quedan restos de maquillaje; si los hay, prueba a eliminar todos los residuos utilizando un doble limpiador. No olvides utilizar un limpiador adecuado para no dejar nada de tu maquillaje de ojos. Recuerda que la piel de alrededor es muy fina y delicada.
2 TÓNICO
A continuación, aplica el tónico con un paño de algodón y limpia cuidadosamente toda la cara. Asegúrate de comprobar bien el área situada entre la nariz y las mejillas, ya que el limpiador a veces puede “esconderse” en esa zona.
3 CREMA CONTORNO DE OJOS
Al igual que lo hemos hecho durante la rutina de la mañana, vamos a aplicar la crema contorno de ojos sobre una cara perfectamente limpia. Y una vez más os recuerdo que debemos tener cuidado para tratar bien esta zona tan delicada de la piel.
4 TRATAMIENTOS
Una o dos veces por semana, trata tu piel aplicando un buen suero antienvejecimiento o una máscara súper hidratante que se deja puesta sobre la cara durante toda la noche. Estos tipos de tratamientos nos ofrecen una sensación especial que aporta a la piel un brillo radiante.
5 CREMA NOCTURNA
Todas las noches debes utilizar una crema nocturna, a menos que hayas puesto una crema hidratante sobre la mascarilla. Hay otras cosas que puedes agregar a tu rutina, hablo de mascarillas y de aceites especiales; pero no haciéndolo a diario. Una vez a la semana, resulta muy positivo preparar una mascarilla que se adapte a tu tipo o problema de piel, y disfrutar también de los beneficios de un tratamiento facial mensual en el salón de belleza. Un profesional te informará de si advierte que se ha producido un cambio en tu piel que pueda necesitar de una modificación en los productos usados.