La espalda es importante por dos cosas: en su interior reposa la columna vertebral, que es importante por ofrecer la sujeción al cuerpo y mantenerlo erguido y capaz de
realizar una completa cantidad de movimiento que facilitan los diferentes procesos de una vida activa y favorecen la salud que debe acompañarla; por otra parte, la espalda ejerce una atracción visual que a nadie pasa desapercibida; nos gusta contemplar una espalda amplia y bien formada, que disminuye equilibradamente desde los hombros hasta el talle y continúa hasta los glúteos ofreciendo una atractiva lordosis. Esa espalda es la que desea poseer toda hembra. Si está dispuesta a trabajar por conseguirla, aquí dispone de los ejercicios y el entrenamiento adecuado para lograrla. En un plazo no superior a tres meses la habrá modificado, será más hermosa, y la fortaleza conseguida con este programa hará que el cuerpo esté y se sienta más sano. Vale la pena hacerlo, seis o siete meses más tarde, podemos repetir.

Los músculos de la espalda recubren la columna vertebral por cuyo interior atraviesa la médula espinal, que comunica el cerebro con los órganos sensoriales.

“El trapecio, con sus tres partes: superior, media e inferior, el dorsal, los redondo mayor y menor y el supraespinoso e infraespinoso y subescapular y los erectores espinales son los músculos básicos de la espalda y deben ser trabajados de acuerdo a un función, lo que se hace en este programa.”

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